La tecnología debe ser accesible, intuitiva y confiable. Por eso lo más importante es contar con una solución de videoconferencia que sea de calidad y de uso intuitivo para los participantes.
Una conexión a internet con velocidad garantizada y acorde a la configuración de la reunión, es decir tomar en cuenta el número de participantes, pantallas, contenido que se presentara, etc.
Pantalla con brillo y resolución adecuada al tamaño del espacio, que permita confort en el ángulo de visión.
Una cámara HD en el eje de la pantalla que muestre el sitio remoto (el contacto visual es fundamental para una buena comunicación)
Un espacio bien organizado para ver el sitio remoto y el contenido compartido.
Sonido de alta calidad con captación omnidireccional en los micrófonos. Es importante el tratamiento acústico para aquellos sitios en donde exista eco, ya que eso impide la claridad en la escucha de la voz y el audio en general.
Iluminación adaptada al confort visual de los participantes presenciales y remotos.
Todos los participantes (presenciales o remotos) deben poder compartir contenido e interactuar con documentos compartidos.
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